La materia prima utilizada por los molinos, las fábricas de azúcar y las refinerías es la caña de azúcar o la remolacha para producir azúcar (azúcar blanco, azúcar moreno, azúcar en terrones, azúcar en polvo), pero también melaza, bagazo y espumas.
Francia es el primer productor europeo de azúcar de remolacha y el décimo del mundo (azúcar de remolacha y de caña juntos).
La industria azucarera es una industria estacional, ya que la cosecha de la remolacha tiene lugar durante los últimos meses del año (de septiembre-octubre a enero) y requiere un procesamiento rápido para no alterar la remolacha. Por lo tanto, la remolacha azucarera es, en cierto modo, la que marca el ritmo de la producción. El resto del año, se trata principalmente de la limpieza, el mantenimiento y la conservación de los equipos.
La industria azucarera es una industria pesada que implica riesgos laborales. Detallamos aquí los 5 principales riesgos presentes en este sector de actividad.
1. Riesgos relacionados con la maquinaria
Dado el carácter estacional de esta industria, las máquinas utilizadas en los procesos de extracción o separación del azúcar funcionan continuamente (24 horas al día, 7 días a la semana) durante todo el año.
Estos equipos suelen ser numerosos y generan niveles de ruido que pueden superar los 100 dB durante las fases de trituración o limpieza. Estos elevados niveles de ruido pueden dañar el sistema auditivo, provocar malestar, falta de concentración o ser una fuente de estrés, afectando así a la salud y la seguridad de los operarios.
Las máquinas utilizadas para producir azúcar pueden ser causa de accidentes graves (cortes, laceraciones, aplastamiento de manos y brazos, enrollamiento de la ropa, del pelo, etc.) debido a las piezas móviles o giratorias (por ejemplo, las centrifugadoras). Además, los bloqueos, atascos, ajustes o limpiezas bajo los transportadores, con difícil acceso a zonas peligrosas, son causa de posibles accidentes laborales.
2. Riesgos biológicos relacionados con las emisiones de polvo
El polvo puede acumularse en muchos lugares y cubrir las superficies de trabajo, el tráfico, el suelo, las paredes del silo, los edificios, las bandejas de cables, las tuberías, los equipos industriales (cintas transportadoras, transportadores, estaciones de ensacado, bateo de máquinas, llenado de silos, etc.), pero también se propaga más ampliamente a través del aire. Está presente, sobre todo, en los recovecos y espacios reducidos de difícil acceso para la limpieza y el mantenimiento de los equipos necesarios para la producción de azúcar.
La emisión de polvo en las fábricas de azúcar expone a los trabajadores a agentes biológicos responsables de enfermedades infecciosas. También puede provocar, por ejemplo, reacciones alérgicas graves debido al carácter neumalérgico de los mohos de la caña de azúcar presentes en las zonas de producción.
3. Riesgos de incendio y explosión por polvo combustible
La industria azucarera trabaja con polvos combustibles que pueden explotar o arder.
Este es el caso, en particular, del azúcar, en forma seca o en polvo, o de los residuos en polvo generados (pulpa, bagazo). Ya se han producido en el pasado varias explosiones de polvo de azúcar como consecuencia del calentamiento, el tamizado, el traslado, la carga o el almacenamiento en silos y han tenido, en los casos más extremos, consecuencias a veces mortales.
Algunos focos de ignición se encuentran en el interior de las máquinas o en las partes mecánicas en movimiento (ascensores, superficies calientes de los motores, presencia de cuerpos extraños que generan fricción entre dos piezas, etc.) o se producen debido a equipos eléctricos defectuosos.
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Orlando, polvo experto
El almacenamiento de alcohol a base de etanol o de alcohol de remolacha procedente de la fermentación del jugo de azúcar o de la melaza también puede ser la causa de incendios o explosiones graves.
Por lo tanto, es esencial una evaluación de los riesgos de explosión en la industria azucarera para anticiparse y prevenirlos mejor.
4. Riesgos químicos y térmicos
Los diversos procesos de fabricación del azúcar implican altas temperaturas que pueden causar quemaduras o problemas respiratorios.
En varias operaciones de limpieza, clarificación, decoloración o desinfección de equipos e instalaciones se utilizan productos químicos -detergentes, desinfectantes, decapantes, etc.- que pueden provocar importantes riesgos para la salud de los trabajadores. Entre ellos se encuentran la intoxicación, las quemaduras oculares o cutáneas, las reacciones alérgicas, el asma e incluso los riesgos cancerígenos.
Entre las sustancias responsables de estos problemas se encuentran el ácido fosfórico, la lechada de cal, el sulfoxilato de sodio, etc.
5. Riesgos físicos
Todas las industrias -procesamiento de alimentos, productos químicos, construcción, energía, etc.- implican riesgos físicos para los operarios que están relacionados con el uso de máquinas y equipos adicionales, la disposición de los puestos de trabajo o el entorno laboral.
Las operaciones de manipulación son importantes y requieren gestos repetitivos durante el envasado del azúcar, lo que puede provocar enfermedades profesionales en las articulaciones o trastornos musculoesqueléticos (TME).
Lo mismo ocurre con las fases de limpieza y desinfección de las máquinas y los locales, que implican posturas incómodas o un alto nivel de tensión en determinadas extremidades (en cuclillas, de rodillas, con los brazos extendidos / en el aire).
Los procesos de trituración y rallado también presentan peligros en términos de cortes y abrasiones con el riesgo de sobreinfección (ataques de pánico).
Por último, los suelos y las escaleras suelen estar mojados o resbaladizos en las refinerías/fábricas de azúcar debido a los derrames de líquidos, la presencia de suciedad, etc. Por tanto, los trabajadores están expuestos al riesgo de caídas, que pueden provocar lesiones.
Para reducir los riesgos laborales presentes en la industria azucarera, los industriales del sector deben adoptar diversas medidas preventivas.
Palamatic ha elaborado una lista general de medidas preventivas que deben aplicarse en la industria azucarera: respeto de la higiene y la seguridad, control de las emisiones de polvo, tipos de equipos adecuados, prevención de incendios y explosiones, ergonomía de los puestos de trabajo.